https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=RncVJFga0eA
Me despierta un gran interés esta
noticia basada en un informe aparecido en Le Monde y que revela que, muchos de
los profesionales que trabajan en Google, Apple, Microsoft y empresas similares
de Silicon Valley envían a sus hijos a una escuela Waldorf. En dicha escuela el
alumnado no usa en absoluto la computadora, ya que aplican una metodología de
desconexión. Esta práctica me parece muy saludable y coincido plenamente con la
opinión omitida por uno de los padres quien expresaba que “para escribir hay
que hacer grandes gestos, que las matemáticas pasan por la visualización del
espacio y que la pantalla perturba el aprendizaje; disminuye las experiencias
físicas y emocionales”. Me parece muy sugerente el que sea un alto porcentaje,
como las tres cuartas partes de los niños de la escuela, quienes tienen a sus
progenitores trabajando en estas empresas informáticas de alto nivel. Que estos
padres y madres opten por otro modelo educativo revela que, si bien
profesionalmente se dedican a ese ámbito informático, conciben la tecnología
como una herramienta y son conscientes de sus riesgos y potencialidades.
Además, como decía uno de los padres, no le parece preocupante que sus hijo a
los 15 no haya usado una computadora en la escuela porque ve a diario los
cambio que sufre el software y cómo cada vez se adapta más al usuario; y también
porque los hijos tienen computadora en casa.
Otro aspecto que llama la
atención en el artículo es el concepto de nomofobia (nuevo para mí) que se
define como el miedo a estar desconectado del teléfono o internet. Un mal
padecido actualmente por muchas personas, si bien cada vez hay también más
personas que descubren el sentido y la importancia de estar desconectados.
Me parece muy acertada la actitud
citada de un tal gurú del software libre, que solo se conecta dos veces al día
para responder correos y relee todo lo que envía.
También es llamativo que Fred
Stuztman diseñara los programas freedom (que bloquea el acceso a internet
durante 8 horas) y anti social (que posibilita la conexión a internet pero sin
Facebook o twiter). A este respecto considero que sería más positivo
desarrollar habilidades personales y una mayor capacidad personal de utilizar
la tecnología de forma adecuada y equilibrada.
Finalmente, uno de los aspectos
más destacables del artículo es que el informe de Le Monde alerta de que cada
vez habrá más gente con necesidad de ayuda para desconectarse.
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